Ayer fue un día abundante, ¡porque fue domingo de descanso!

Desde que abrí el centro, casi todos los fines de semana he tenido cursos. Llevaba unos 10 años trabajando los fines de semana, así que te puedes imaginar lo súper abundante que se siente para mi tener un domingo para «hacer nada».

Fue maravilloso levantarme de la cama a las 11 de la mañana, creo que me estoy volviendo abundantemente perezosa, ¡y me encanta!

Disfruté leyendo los abundantes comentarios que habéis puesto, hoy contestaré, porque me hace muy feliz leer vuestros momentos de abundancia!

Como habíamos ido al mercado el día anterior, disfruté de la abundancia de frutas y cereales en el desayuno.

Fuimos a comprar herramientas para colgar dos lámparas y unos percheros con forma de silla del Ikea.

Logramos finalizar nuestras tareas de bricolaje, así que sentí una abundante y plena satisfacción por el trabajo bien hecho.

Nos fuimos a disfrutar de la abundante naturaleza en un paseo con el dron de Patrick que hace cosas impresionantes, como seguirnos y grabar desde arriba nuestro paseo. O hacernos una foto cuando movemos los brazos.

Vimos multitud de pájaros volando en bandada de un lado hacia el otro, y abundantes gaviotas gritando celebrando que habían encontrado gusanos.

Para cenar tuvimos la abundante especialidad de pasta de Patrick con pollo, calabacín y pesto.

Y vimos un documental que os recomiendo Innsaei, sobre el poder de la intuición. Está en Netflix.

Un día abundante en tiempo, libertad, comida, y tiempo con mi amor, ¿qué más se puede pedir?

¿Y tú día?

¿En qué fue abundante?

Un abrazo inmenso

Alicia

PD: El silencio aquí también es abundante

PD2: Y el sol! (a veces 😉 )

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