Ayer no fue un día feliz…

¡Que siiiiii!

Ayer fue otro día, feliz, ¡claro que sí!

Porque así lo decidí, porque saqué lo mejor del día, porque estoy comprometida a que lo sea. Porque he decidido surfear el contraste y disfrutarlo de la misma forma que disfruto de montarme en una montaña rusa!

Seguí en mi operación «casa nueva», tirando y donando más cosas. Es liberador quedarte sólo con lo mínimo, porque, al fin y al cabo, todo lo que tienes de más, al final no lo disfrutas. ¡Al menos eso es lo que me pasa a mi!

En el trabajo, vino Daniela a visitarnos y nos trajo su energía desbordante. Es que Daniela es Todo Amor <3 (Y te cuento un secreto… ya estamos planeando la venida de Patrick Ziegler en 2018, sí!)

Luego nuestro delicioso viernes de premio, que se va superando a sí mismo cada día. Malena trajo unos deliciosos nachos con Paulaner, mi cerveza favorita. Acabamos llenas y contentas 😉 Y justo al final, se acercó Soly, una alumna y nos trajo su alegría también.

Ya era hora de irse a casa, pero decidí quedarme a la meditación Deeksha de Johana. ¡Y cómo me alegré de haber asistido! Qué agradable se sintió, que relajada me quedé… ¡deliciosa!

Así que… sí, fue un día feliz 🙂

¿Y el tuyo?

Cuéntame cómo te fue, porque me encanta vivir con tus ojos esas experiencias que te hacen feliz de tu día.

Un abrazo y feliz día!

Alicia

PD: Me pregunto qué efecto tendrá este ejercicio a largo plazo…

PD: Si mi vida es feliz ya, no quiero ni imaginarme en otros 80 días!

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