sonrirebe Dos maravillosas opciones para mejorar tus relaciones. Si buscas lo mejor de la persona que tienes en frente, conseguirás sentirte bien. Si no consigues apreciar al otro, puedes aprender de él y sacar el beneficio inmenso de vuestra interacción.

Apreciar es ver lo mejor, aprender es encontrar lo mejor y dejarse enriquecer por ello. Ambos requieren enfoque, claridad e independencia, reconocerse libre de la relación y creador de la experiencia. Aprecio lo que me gusta, lo beneficioso para mi, lo que valoro. Aprecio desde mi propio aprecio, dejo que el aprecio se exprese a través de mi, me convierto en ese aprecio. Aprendo lo que no reconozco en mi, lo que me enriquece, lo que me sublima. Aprendo a apreciar lo distinto, lo no reconocido y así lo incorporo, me enriquezco, me creo a mi mismo.

Para aprender hay que apreciar lo «aprendible», estar dispuesto a reconocer al otro como igual, como valioso, como sabio. Se puede aprender a apreciar y apreciar aprendiendo.

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