Fueron dos días abundantes, te cuento mis momentos abundantes preferidos.
El día 77 fue un día abundante porque tuve dos momentos maravillosos: dos paseos (caminé 8 kilómetros en todo el día según mi teléfono)
En el paseo de la mañana, el mar estaba espectacular, con varios tonos de azul, junto con la arena fina y clara parecía una playa exótica. No había nadie! Y tuve el lujo de conectarme con el sol, el aire y la vista maravillosa. Adoro la playa y la sensación de bienestar inmenso que se me despierta allí. Me encanta pasear por la arena, con el agua fresquita, y ver cómo los pájaros juegan conmigo. Vi la ola más preciosa que haya visto nunca, y encontré un nuevo tipo de arena.
Te explico: me encanta la variedad de tipos de arena. Mi preferida es la arena crujiente, que es esa que estaba húmeda y al secarse queda en bloques, y cuando la pisas cruje. Pues ese día me encontré la evolución de ese tipo de arena (todavía estoy decidiendo si es mi favorita). Es la arena crujiente, pero recubierta de arena fina. Cuando la pisas es genial! Una mezcla entre suave y crujiente. Se me ponen los pelos de punta de recordar la sensación!
Mientras iba caminando, iba escuchando un taller de la Ley de Atracción, lo que hacía el paseo mucho más agradable y feliz. Y me encontré con unos amigos y estuvimos charlando muy agradablemente.
Entre paseos estuve preparando la abundante documentación para el maratón de talleres que tenemos la próxima semana. Me están quedando muy chulas!
Cuando me cansé de trabajar (contando con que era fiesta me lo tomé con más calma), me fui a mi segundo paseo, en este caso al Mar Menor.
Guau! Con la luz del atardecer estaba todo precioso, tenía el viento de cara y hacía la temperatura perfecta. Estaba tan feliz que iba sonriendo, las gaviotas jugaban conmigo, igual que los brillos del sol en el agua. Y me encontré algo que nunca había visto! Había una palmera chiquitita, y tenía miles de flores blancas, de una textura suave y consistente. Nunca las había visto porque están en la parte alta de la palmera, pero esta palmera generosa se había quedado pequeñita para que los humanos pudiéramos disfrutar de esa abundancia maravillosa de flores. O por lo menos, así me gusta verlo a mi 😉
Pensé que, disfruto tanto de la playa, que me gustaría vivir en una. Pero luego, miré mi vida y me di cuenta de que me encanta la variedad de paisajes que me rodean: Madrid, La Manga, Den Bosch, y todo lo que me encuentro en el camino. Esta variedad de lugares, me ayuda a tener variedad de pensamientos (o será al revés?). Y esa variedad es la que deseo vivir.
Eso es abundancia para mi!
El día 78, fue un día de abundante madrugón, porque salía para Madrid. Vi el amanecer mientras conducía, y la carretera iba muy fluida. Llegué directamente al trabajo, y el perito de Mapfre fue encantador , y se van a encargar de reparar los daños de la inundación.
Fui a recoger un ordenador nuevo para Majo, que está chulísimo, es precioso! A ver si nos hacemos una foto con él hoy.
Y de ahí llegamos a la abundancia de gente maravillosa que llenó Vidaes y mi corazoncito de amor. Fue un poco impactante ver los agujeros y los daños del local, así que me llené de abrazos y se me pasó un poco!
Me fui a tomarme una abundante pinta de Paulaner con casera con Majito y Rubén. Disfruté de su compañía y conversación y me dejé invitar. Y a dormir como un angelito!
Día abundante… check!
¿Qué tal el tuyo?
Un abrazo
Alicia
PD: Creo que el próximo reto serán 100 días de bienestar o algo tranquilito.
PD2: Ayer comentaba con una alumnamiga, que esto de la abundancia trae demasiada abundancia!
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03/05/2018 – 77 días de abundancia. Jueves.
Hoy he empezado bien el día con abundancia de sol entrando por la ventana, aproveché para seguir doblando y ordenando la ropita que tenemos hasta ahora para la niña. Hoy desayuné en compañía de mi amado esposo, bien temprano, mi pan con aceite de oliva virgen y mi vaso de leche (calcio en abundancia ahora más todavía) ??
Al mediodía me dispuse a hacer la comida que hoy tenía pensado hacerme, arroz integral con verduras y un huevo revuelto, de postre mi plátano favorito, Qué rico me supo todo. Este día tenía cita pendiente con la doctora y me ha dado todo el mes para no ir a trabajar a la oficina. Me viene una etapa totalmente nueva. Después de esta cita me fui a la cita más esperada del día, a la ecografía 3D-4D que nos iba a permitir ver a nuestra nena mejor aún. Y así fue, mientras hacía tiempo para ir a la cita, porque llegué con suficiente tiempo, me fui a una cafetería y me tomé mi vaso de leche con galletas para merendar, me sorprende la gran capacidad que tengo de adaptarme a las circunstancias del momento.
Bueno, y la ecografía emocional fue una pasada, pudimos ver muchas cosas que no hemos visto en las ecografías convencionales, pudimos ver la carita, las manos, los pies, etc. Que emoción tan abundante rebosaba por mi pecho, y Nando también estaba que no cabía en su pellejo jajajaja. Al volver a casa estuvimos viendo las fotos y los vídeos yo no se cuantas veces hasta que ya por fin nos decidimos ir a dormir, como si hubiéramos vivido un sueño.
Hasta mañana.
04/05/2018 – 78 días de abundancia. Viernes.
Hoy me he levantado de nuevo con abundante tiempo, y he seguido haciendo tareas en casa, hasta que me preparé las zapatillas para ir a dar un paseo por una zona abundante de amapolas, flores violetas, amarillas y margaritas. Cambié mi ruta de otros días, y me ha gustado ver lo que veía, lo único fue a la vuelta las cuestas hacia casa, teniendo en cuenta mi estado actual lo hice muy despacito para no agotarme demasiado aún así me quedo con lo más bonito de todo, el paisaje primaveral que nos rodea en estos meses, me encanta ver los coloridos que nos aporta esta estación.
En casa regresé para la comida y me preparé un plato de pasta con pisto y pavo, Qué rico me ha salido, he disfrutado como una loca.
He de destacar que hoy he hablado mucho con mis compis del trabajo y algunas amigas que tengo fuera de Madrid. A pesar de la distancia, siento que tengo abundancia de amor y estima por personas que merecen la pena y que están ahí cuando las necesitas a pesar de la distancia.